Si algo caracteriza a los helicópteros de la Prefectura Aérea de Carabineros es su polivalencia. Desde rescates en montaña y traslados aeromédicos, hasta persecuciones policiales y operaciones con las Fuerzas Especiales, los H135 de Carabineros destacan por sus múltiples desempeños. Ahora el nuevo H125 viene a reforzar estas capacidades.
Es todavía temprano pero el sol pega ya con fuerza en la Prefectura Aérea de Carabineros. En la pista están los dos H135 que prestan servicio desde el año 2000, mientras que el flamante H125 está resguardado en el hangar, a la sombra. De repente suena una alarma y una tripulación completa sale corriendo desde el cuartel hacia la zona de despegue. El teniente coronel Carlos Molina los observa sin perder de vista su reloj: “Dos minutos y cuarenta segundos; no está mal” dice cuando el helicóptero despega de la base.
No se trata de un ejercicio: es una alerta real, como las que ocurren tan a menudo en la base de Tobalaba, para ir a rescatar a un accidentado en la cordillera. Los equipos de Carabineros son capaces de estar en el aire en tres minutos, un tiempo asombroso, para acudir a cualquier procedimiento o rescate donde se les necesite.
Génesis Vera, teniente y también piloto del H135 nos explica por qué han escogido este helicóptero para esta misión en concreto: “El H135 lo empleamos para hacer rescate en montaña, traslados y evacuaciones aeromédicas, transporte de órganos, pero también procedimientos policiales y apoyo al personal de tierra en seguimiento y detención de vehículos. Su baja huella acústica y su tamaño compacto nos permite hacer traslados hospitalarios y aterrizar en cualquier parte”.